Hay dos tipos de abogados según su forma de proceder al recibir una sentencia: los masoquistas y los dopaminérgicos. No frecuentan los primeros, y como sugiere su nombre se distinguen porque encuentran placer en el sufrimiento contenido de la espera y la incertidumbre. Se sumergen en el texto de la sentencia, explorando cada detalle con meticulosidad y deleite, y prefieren descubrir el sentido del fallo saboreando cada línea desde los antecedentes hasta sus fundamentos jurídicos, salvo cuando...
La monotonía de lo indiferente
“Un minuto de conclusiones”: el tiempo de los jueces que corre en contra de abogados y representadosTras una hora de juicio, el juez, un hombre de semblante grave y con los ojos marcados por el cansancio, se dispone a escuchar las conclusiones del abogado demandante. “Un minuto para sus conclusiones,” le dice con voz solemne. El abogado endereza la espalda y mira ceremoniosamente a su alrededor. Con una parsimonia deliberada dedica unos segundos a asegurarse de que los pliegues de su toga...
De minimis praetor non curat
Esta máxima del derecho romano, en su sabia economía de recursos y sentido práctico, dictamina algo así como que la justicia no se ocupa de bagatelas. Dicho de un modo más prosaico, que la administración de justicia no está para esa clase de tonterías que según el sentir común no deberían desvelar el sueño a nadie. Consideremos este ejercicio que propongo al lector para que en el menor tiempo posible encuentra la diferencia entre la parte dispositiva de la sentencia (Sec, 11 AP de Madrid de...