Una oscura sombra de sospecha se acaba de cernir sobre tres magistrados de la sección 13 de la Audiencia Provincial de Barcelona. Esto es lo que ha conseguido una conocida firma de abogados que ha alzado la pluma legal, cual lanza afilada, interpelando a estos juristas por prevaricación. Según acabo de leer en un portal de noticias jurídicas, la querella les señala con dedo acusador por su negativa obstinada a acatar la jurisprudencia impuesta por el TJUE en un caso concernido con una persona afectada por una cláusula IRPH.
Parece ser que estos jueces han optado por el desacuerdo y erigido con su pronunciamiento (sentencia del pasado 13 de julio de 2023) una muralla de desobediencia y a la vez de desafío al mandato del artículo 4.bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que impone a los jueces y tribunales españoles la obligatoriedad de seguir la jurisprudencia del TJUE.
La pregunta que me hago es si la querella es un noble acto de defensa de los principios jurídicos o si, tras bambalinas, se esconde una motivación más mundana: la búsqueda de protagonismo mediático. Como ocurre en el teatro, en ocasiones hay quienes buscan más los aplausos del público que la verdad incontestable de la justicia.
Como la noticia no da para más me quedo por unos instantes instalado en los laberintos de Borges, donde los caminos son infinitos y las verdades resbalan entre las sombras, y al rato en una reflexión profunda sobre la naturaleza de la justicia y la integridad del sistema judicial. El tiempo dirá si esta querella es un acto valeroso en la defensa de la justicia o simplemente un engaño tramado en el telar de la astucia legal.
Entre tanto, por el camino, la conocida práctica de la que nos habla el antiguo dicho latino (Calumniare fortiter aliquid adhaerebit) habrá dejado arraigadas sus sombras. Lo que ocurre, lamentablemente, es que la percepción colectiva de nuestra judicatura tiende a forjarse más con penumbras que con luces, y así es como se ha ido enriqueciendo nuestro acervo popular en relación con la justicia… «Abogado, juez y doctor, cuanto más lejos, mejor», «Justicia quiero yo, mas por mi casa no», «Quien en pleitos anda metido, aunque los gane, siempre ha perdido» …