Fallece el loro que ingresó a un programa de protección de testigos debido a amenazas de la mafia
Echo, un loro que se vio involucrado en el programa de protección de testigos del FBI en los años 90, ha muerto.
El ave había sido trasladada años atrás a un santuario de vida salvaje después de que las autoridades descubrieran que tenía la capacidad de repetir conversaciones comprometedoras de su antiguo dueño, el jefe de la mafia de Nueva Orleans. Cuando la policía detuvo al jefe mafioso, se percataron de que Echo seguía repitiendo frases incriminatorias, algunas de las cuales podrían exponer secretos bien guardados. Entre las impactantes revelaciones, el loro repetía la frase: «Estoy moviendo 20 kilos de cocaína si te interesa». Además, Echo desveló otros aspectos oscuros de la vida del mafioso, quien también fue acusado de pederastia.
La mafia, al sentirse amenazada por las posibles revelaciones del loro, puso precio a su cabeza, y el FBI intervino para protegerlo, integrándolo en su programa de testigos. El loro fue entregado a Suzy Heck, fundadora de un centro de rehabilitación animal llamado Heck Haven en Luisiana, bajo la condición de mantener en secreto su paradero.
La historia de Echo no es única; en el pasado, otros loros también desempeñaron roles cruciales en investigaciones criminales.