En su obra "Casa desolada", Charles Dickens a través de un intrigante mundo de conflictos internos y dilemas morales nos ofrece su visión sobre quienes guiados por un deseo de justicia se encuentran atrapados en los laberintos aparentemente impenetrables del sistema legal. La siguiente cita resume con palabras conmovedoras la idea de que para alcanzar la felicidad el camino más sabio no es precisamente recurrir siempre a los tribunales. “La ley es una causa de preocupación y ansiedad para...
¡Bah, para lo que reclamo, no vale la pena tantas molestias!
¿Hacia qué cavernas de resentimiento e incivismo van estos conflictos?La lentitud de la justicia no es simplemente un inconveniente burocrático; para quienes se ven inmersos en la experiencia de un pleito es un fenómeno que tiene profundas implicaciones emocionales y psicológicas. Se trata de un factor que puede alterar significativamente el estado de la persona convirtiendo lo que debería ser un camino hacia la resolución en una travesía emocionalmente agotadora y, en muchos casos,...
Satisfacción judicial y satisfacción psicológica
La sutil diferencia que puede convertir al litigante en un querulante.Respecto de la justicia que imparten los tribunales no es infrecuente, sino todo lo contrario muy normal, que el litigante que ha visto desestimada su pretensión experimente una sensación dolorosa en torno al llamado sentimiento de injusticia, y que esta experiencia le impulse a recurrir a otras instancias superiores, si el sistema legal se lo permite. En caso contrario, agotados los recursos por su abogado, esta...